Cómo usar la mascarilla cuando vayas a hacer deporte
Protégete mientras practicas deporte, porque no basta con cualquier mascarilla de tela que tape la boca
Las mascarillas para correr y hacer deporte van a pasar a ser uno de los accesorios que tengas que llevar en tus entrenamientos durante bastante tiempo.
En el momento actual, la pandemia por COVID-19 ya es parte de nuestra vida. Eso nos hace pensar que, a corto, medio y largo plazo, llevar mascarilla durante nuestro día a día será una realidad.
Uno de los primeros pasos en la desescalada y desconfinamiento es el permiso para salir a hacer deporte, paseos y actividad física al aire libre de forma individual.
Cómo debe ser la mascarilla para correr y que sea efectiva
Las mascarillas que SÍ sirven para protegerte ante contagios, y también para evitar que contagies a los demás, son las de tipo FFP2 (o N95, KN95) y FFP3 sin válvula.
Además, una mascarilla apta para hacer deporte deberá cumplir algunas medidas, aunque la prioridad es la capacidad del filtrado y protección.
- Comodidad y buen ajuste.
- No sirve cualquier mascarilla de material técnico/textil.
- Buena transpiración, con el objetivo de evitar el microclima facial.
- Debe incluir filtros de protección real, permitiendo el buen control tanto de la transmisión viral como del contagio externo.
- Es decir, de tipo FFP2, N95, KN95 o FFP3 (estas son las aptas para no contagiarte ni contagiar).
Cómo usarlas, lavarlas o cambiarlas
La boca y la nariz deben estar totalmente cubiertas, por lo que hay una evidente limitación del aire, algo que en el momento de realizar deporte puede ser incómodo y reducir el rendimiento.
Las mascarillas se humedecen rápidamente con cada inhalación, las cuales se van haciendo más intensas a medida que también aumenta la intensidad del ejercicio. Esto reduce la eficacia de las mascarillas: a los virus les gusta la humedad.
Una mascarilla facial usada durante el ejercicio da lugar a la creación de una especie de microclima cálido y húmedo alrededor de la cara, algo que resulta antihigiénico, además de incómodo.
Respecto a los cuidados de las mascarillas, hay que diferenciar tres factores clave:
- El tejido en el que está fabricada la propia mascarilla.
- El filtro y protección para la que está homologada.
- Los filtros de las protecciones FFP2 y FFP3 no son lavables; lo que sí puede lavarse es la misma mascarilla y su tejido textil, pero no los filtros como tal.
Muchas marcas están empezando a fabricar mascarillas con filtros intercambiables. La media de un filtro de estas características ronda las 8 horas; posteriormente debe desecharse y cambiarse si la mascarilla lo permite.
Es aconsejable lavar el tejido de la mascarilla, no el filtro, en una lavadora con programa a alta temperatura (a partir de 60ºC) y dejarlo secar sin más complicaciones.