Hay multitud de casos clínicos que reportan complicaciones neuropsiquiátricas, ya que el virus SARS-CoV-2 tiene la capacidad de penetrar en el sistema nervioso central.
Sin embargo, es muy complicado predecir las secuelas neuropsiquiátricas que veremos a medio-largo plazo con el COVID-19", afirma el doctor Daniel Hernández Huerta, Psiquiatra y tutor de residentes en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, quien señala que hay que "estar alerta".
El experto ha participado junto al doctor Eduardo Delgado Parada, Facultativo Especialista en Psiquiatría y Geriatría, en el Hospital Universitario de La Princesa, en Madrid, han participado en el webinar de Lundbeck Academy "Complicaciones neuropsiquiátricas en tiempos de COVID 19: el papel del residente".
Los especialistas saben por la anterior pandemia SARS-CoV del año 2003 -virus con el que comparte casi un 80% de similitud a nivel genético el actual agente infeccioso-, que posteriormente se han ido notificando complicaciones de esta índole.
"No obstante, la evidencia científica al respecto de momento nos hace ser cautos en la predicción de posibles secuelas neuropsiquiátricas, aunque sí nos muestra que debemos estar alerta por la plausible relación entre el COVID-19 y el sistema nervioso central", asegura Hernández Huerta.
"Entre las complicaciones neuropsiquiátricas que recogen diversas publicaciones se incluyen desde mareo, cefalea, disgeusia, anosmia, hasta ansiedad, depresión, delirium, delirio, encefalopatía, etc.
Podría decirse que el delirium o síndrome confusional agudo es la complicación neuropsiquiátrica más prevalente, junto con sintomatología ansioso-depresiva", añade Delgado Parada.
Como explica el Especialista en Psiquiatría y Geriatría del Hospital Universitario La Princesa, "además del neurotropismo del COVID, es decir, la capacidad de invadir y vivir en el tejido neural e infectar, por tanto, el tejido nervioso, las condiciones de entorno, tanto hospitalario como en la comunidad tan excepcionales por la cuarentena, tienen su peso a la hora de atribuir causalidades".
"Dentro de las peculiaridades de la hospitalización en ese contexto y de las situaciones de infección grave por COVID-19, hay que incluir las posibles reacciones adversas a los fármacos específicos utilizados, además de las interacciones con otros", continúa.