Las 5 mayores pandemias de la historia de la humanidad
Mayores pandemias de la historia: el coronavirus está luchando por entrar en la lista, frente a él, los 'competidores' más letales a lo largo de los siglos
¿Cuáles son las mayores pandemias de la historia? Si quieres conocer qué pandemias precedieron al coronavirus, esto te interesa.
A mediados del mes de marzo, la Organización Mundial de la Salud se apresuró a calificar al COVID-19 como una pandemia, una nomenclatura 'al alcance' de muy pocas enfermedades que invita a la reflexión acerca de otras grandes pandemias de la historia de la humanidad.
Y es que, aunque no lo parezca, este coronavirus no es algo nuevo, es el primer gran virus en el S.XXI en aparecer sin cura inmediata.
2.- Sarampión
3.- La Gripe Española
4.- Peste negra
5.- VIH
5.- Así serán las pandemias del futuro
A lo largo de la historia, muchas han sido las pandemias que han asolado a la humanidad, llevándose por delante millones de afectados, con el hándicap de que todos los avances de los que disponemos en la actualidad, hace siglos no existían, suponiendo un riesgo mucho mayor para toda la población mundial.
De la misma manera que otras pandemias irrumpieron reclamando su lugar en la historia, el coronavirus llegó y nos dejó fuera de juego. ¿Llegará a ser el COVID-19 tan letal como lo fueron el resto de pandemias que lo precedieron en la historia?
La respuesta a esta interrogante aún no la sabemos, pero lo que sí podemos hacer es echar la vista atrás para saber cómo ocurrió todo y en qué medida nos puede ayudar el pasado en el presente que estamos viviendo.
De ahí que desde Coronavirus Noticias queramos acercarnos y conocer más en profundidad cuáles han sido las 5 mayores pandemias de la historia y cuál fue su impacto y qué ha ocurrido desde que aparecieron.
Un ranking nada apetecible pero muy interesante para entender la magnitud de una enfermedad pandémica, algo que nos ayudará a entender mucho mejor la situación que estamos viviendo y ser todavía más conscientes del peligro que conlleva este nuevo COVID-19 si no conseguimos controlarlo a tiempo.
Viruela
La viruela es un virus que lleva afectando a la humanidad desde hace 10.000 años. Su nombre hace referencia a las pústulas que aparecían en la piel de quien la sufría.
Era una enfermedad grave y extremadamente contagiosa que llegó a tener unas tasas de mortalidad de hasta el 30%.
Se expandió masivamente en el 'nuevo mundo' cuando los conquistadores empezaron a cruzar el océano, afectando de manera terrible a una población con las defensas muy bajas frente a nuevas enfermedades, mientras que en Europa tuvo un periodo de expansión dramático durante el siglo XVIII, infectando y desfigurando a millones de personas.
Esta enfermedad provocó la muerte a aproximadamente 12 y 15 millones de personas, que sufrieron fiebres alta, mientras que su piel se llenaba de puntos rojos, así como vómitos y sangrado abundante. Durante muchos años se estuvo debatiendo sobre las causas que provocaron la aparición de esta pandemia tan cruel y contagiosa.
Sarampión
Se estima que el sarampión acabó con la vida de 200 millones de personas antes de que se encontrase una vacuna.
Precisamente antes de que la vacuna se introdujera en el año 1963 y se generalizara su uso, importantes epidemias de sarampión se registraban cada dos o tres años, llegando a causar cerca de dos millones de muertes al año.
El virus del sarampión es una enfermedad altamente contagiosa, su causa, un virus que se reproduce en el interior de la nariz y garganta de una persona infectada. Si esa persona contagiada tose, estornuda o habla, expulsa las gotas infectadas que pueden ser inhaladas por otras personas.
A día de hoy, esta enfermedad viral, que se transmite por vía respiratoria es leve en la mayoría de los casos. Claro que también pueden existir importantes complicaciones en recién nacidos o menores de uno año.
La Gripe Española
A pesar de que los primeros casos se dieron en Estados Unidos en 1918 entre su personal militar, esta gripe fue bautizada así porque España se mantuvo neutral en la Gran Guerra y la información sobre la pandemia circulaba con libertad, a diferencia de los demás países implicados en la contienda que trataban de ocultar los datos.
Esta virulenta cepa del virus de la gripe, causada por el virus H1N1 con genes de origen aviar, se extendió por todo el mundo al mismo tiempo que las tropas se repartían por los frentes europeos. Los sistemas de salud se vieron desbordados y las funerarias no daban abasto.
En plena I Guerra Mundial, la 'Gripe Española', la pandemia más grave de la historia reciente, se extendió por medio mundo sin control, dejando a su paso entorno a 50 millones de fallecidos. Hay quien incluso se atreve a decir que pudieron ser 100 millones las víctimas a manos de este virus.
La tasa de mortalidad de la 'Gripe Española' fue más alta entre los menores de 5 años, entre los 20 y 40 y las personas mayores de 65 años. Una de las características específicas de esta pandemia fue la alta tasa de mortalidad en personas que estaban sanas.
Peste negra
Esta pandemia asoló a Europa a mediados del siglo XIV transmitiéndose a través de parásitos como pulgas y piojos que vivían en ratas, otros roedores y en los propios humanos.
Se cree que una vez más la epidemia empezó en Asia y desde allí se dispersó hacia Europa aprovechando las rutas comerciales.
Durante el brote epidémico de la peste negra, se ignoraba por completo tanto sus causas, como su tratamiento. Esto, unido a la gran velocidad de propagación, la convirtió en una de las mayores pandemias de la historia.
Hasta cinco siglos más tarde no se descubrió su origen animal, en este caso las ratas, que durante la Edad Media convivían en las grandes ciudades con las personas e incluso se desplazaban en los mismos transportes hacia ciudades lejanas, portando con ellas el virus.
La península Ibérica habría perdido entre el 60 y 65% de la población, y en la región italiana de la Toscana entre el 50 y el 60%. La población europea pasó de contar con 80 millones de personas a tener tan solo 30 millones. Un impacto demoledor el de la peste negra.
VIH
Una de las pandemias más graves y recientes conocida por la sociedad actual es la del Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, el VIH, más conocido como SIDA.
A pesar de que pueda parecer una enfermedad diferente a las anteriores, el virus de la inmunodeficiencia humana tiene una tasa de mortalidad del 80% si no se trata a tiempo.
Por el momento no hay cura, aunque sí cuenta con determinados tratamientos que pueden llegar a disminuir la enfermedad hasta casi eliminarla del organismo en los mejores casos.
Se cree que su origen es animal, y sus efectos son algo como el agotamiento del sistema inmunológico, de modo que el propio virus no es letal, pero sí lo son sus consecuencias, las cuales desprotegen el organismo, dejándolo vulnerable. Su contagio se produce por contacto con fluidos corporales.
Así serán las pandemias del futuro
En plena pandemia del coronavirus, nos surge una duda, cómo serán las enfermedades del futuro. Pues si hacemos caso a expertos de todo el mundo, las pandemias del futuro aparecerán con mucha más frecuencia, se propagarán con una rapidez mayor y tendrán un impacto sobre la economía cada vez mayor, pudiendo acabar con la vida de muchísimas personas, más de las que lo están haciendo a manos del COVID-19.
El coronavirus constituye la sexta pandemia global que conocemos desde la de la gripe de 1918, teniendo un origen únicamente impulsado por las actividades humanas, a pesar de que el COVID-19 procede de microbios transportados por animales. Algo en lo que coinciden todas las pandemias.
En la actualidad se cree que existen cerca de dos millones de virus aún no descubiertos, tanto en mamíferos y aves, de los que un alto porcentaje podría contar con la capacidad de infectar a las personas.
Ante esta realidad, reducir la actividad humana podría ayudarnos a prevenir la propagación de nuevas enfermedades, así como evitar la aparición de otras pandemias. Un cambio de hábitos en nuestro día a día que, como ya estamos viendo, se ha convertido en realidad con la aparición del coronavirus.
De ahí que los científicos se centren en la prevención, un factor importantísimo a la hora de combatir las nuevas enfermedades del futuro. Sólo así podremos actuar de forma eficaz ante cualquier situación que pueda irrumpir en nuestro día a día y suponga una amenaza para la humanidad.