El coronavirus es una extensa familia de virus que causan enfermedades, tanto en animales como humanos. En este caso, el COVID-19 es la enfermedad infecciosa descubierta recientemente.
Tanto el coronavirus, como el COVID-19 resultaban desconocidos hasta que estalló el brote de Wuhan (China) en 2019. Desde entonces, el coronavirus ha matado a 3.500 personas e infectado a 100.000 en todo el mundo.
Hoy es un problema de salud pública a nivel mundial, pues la mayoría de los casos de coronavirus registrados son en Asia. Mientras, Europa se acomete ahora a los principales esfuerzos de contención.
Se aboga por controles de entrada y salida en las fronteras y políticas de cuarentena para viajeros de regiones extranjeras afectadas por la pandemia.
Qué es el coronavirus
El COVID-19 recuerda a infecciones del sistema respiratorio por coronavirus de Oriente Medio (MERS) o el síndrome agudo respiratorio grave (SARS).
Este tipo de epidemias suelen provocarse por virus de animales que, tras una mutación, acaban transmitiéndose a otros seres vivos. En este caso, se pensó en el murciélago, pero contando con un "huésped intermediario", todavía desconocido.
Cuáles son los síntomas del Covid-19
La sintomatología del coronavirus, en general, son fiebre, cansancio y tos seca. Puede presentarse desde un resfriado común hasta una neumonía aguda, dependiendo del grado y otros factores.
En este caso, el COVID-19 afecta de una forma destacable a personas de edades comprendidas entre 60 y 80 años, muchas de ellas con enfermedades previas.
Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen el COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Sólo el 2% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto.
Es recomendable que las personas con fiebre, tos y dificultad para respirar busquen atención médica ante el coronavirus.
Cómo se propaga el coronavirus
El COVID-19 se contrae estando en contacto con otra persona que esté infectada por el virus. La forma más habitual de contagio es a través de gotículas pocedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando un infectado tose o exhala.
La caída de estas gotas sobre objetos o superficies que rodean a la persona, provoca que otras personas pueden contraer el virus COVID-19 si toman contacto con los objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz y la boca. Se recomienda guardar una distancia de más de 1 metro de distancia con personas infectadas.
Qué puedo hacer para protegerme del COVID-19
Lo principal es mantenerse al día de la información más reciente acerca del COVID-19, a la que puedes acceder a través del sitio web de la OMS o a través de las autoridades de salud pública.
Algunas de las medidas de precaución contra el coronavirus pertinentes son:
- Lavarse las manos a fondo y con frecuencia, usando desinfectantes con base de alcohol o con agua y jabón.
- Mantener una distancia mínima de 1 metro con cualquier persona que tosa o estornude.
- Evitar tocarle los ojos, la nariz y la boca.
- Cubrir la boca y la nariz con el codo doblado o un pañuelo de papel al toser o estornudar. El pañuelo tiene que ser desechado de inmediato.
- Si presentas algunos síntomas y no te encuentras bien, quédate en casa. Si la fiebre, tos y la dificultad para respirar se presentan, busca atención médica y sigue las instrucciones de las autoridades sanitarias pertinentes.
- Evita desplazarte a zonas con alto riesgo de contagio, sobre todo si eres de avanzada edad o padeces enfermedades como diabetes, cardiopatías o neumopatías.