Paciente crónico e insuficiencia cardíaca ¿La COVID dificulta el control?
Se ha comprobado que la pandemia ha dificultado mantener la continuidad asistencial y el control del paciente crónico con esta patología
Aunque parece no haber una relación directa entre la COVID-19 y el desarrollo de la insuficiencia cardíaca, sí se ha comprobado que la pandemia ha dificultado mantener la continuidad asistencial y el control del paciente crónico.
Se ha denunciado así en la 22ª Reunión del Grupo de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular (ICyFA) de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que ha comenzado este jueves y en la que se analiza el presente y futuro del abordaje de la insuficiencia cardíaca.
El coordinador del Grupo de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular (ICyFA) de SEMI, Álvaro González Franco, ha asegurado en una nota que "la actual coyuntura por COVID ha causado dificultades de seguimiento".
COVID-19 e insuficiencias cardíacas
"Hemos detectado ingresos hospitalarios por descompensaciones importantes que antes se manejaban de forma ambulatoria, esta dificultad en el seguimiento está obligando a que las consultas telefónicas y el seguimiento con herramientas digitales estén cobrando mayor protagonismo", ha comentado.
El perfil habitual del paciente con insuficiencia cardíaca que tratan los internistas es una persona de 80 años con pluripatología, polimedicada y frágil.
El 60 % de los que ingresan en el hospital con esta enfermedad son tratados precisamente en Medicina Interna y es el motivo más frecuente de ingreso hospitalario en la última década en España.
Entre el 55 % y el 60 % de estos pacientes que ingresan son mujeres.
Además, los internistas han alertado de que el paciente con insuficiencia cardíaca presenta un "alto riesgo" de reingreso, puesto que entre un 20 % y un 25 % de los que son dados de alta necesitan reingreso al mes, y tienen comorbilidades importantes, principalmente hipertensión arterial, enfermedad renal crónica, anemia, fibrilación auricular o Diabetes Mellitus.