Vacuna contra el COVID: esta es la prometedora vacuna sintética Covaxx
Vacuna sintética de Covaxx contra la COVID-19 se probará en Brasil
Una prometedora vacuna sintética contra la COVID-19 desarrollada por la farmacéutica Covaxx será probada en cerca de 3.000 voluntarios en Brasil.
Así lo anunció este miércoles la empresa de medicina diagnóstica brasileña Dasa, que será responsable por gestionar las pruebas en el país.
Se trata de la UB-612, una candidata a vacuna contra el coronavirus desarrollada por Covaxx, división de la estadounidense United Biomedical, que ha tenido resultados exitosos en la fase 1 de pruebas con voluntarios en Taiwán, informaron portavoces de Dasa y de Covaxx en una rueda de prensa virtual.
Esta será la sexta vacuna contra el coronavirus que será experimentada de forma masiva en voluntarios en Brasil, país que es el segundo del mundo con más muertes por la enfermedad, con 127.000 fallecimientos, y el tercero con más contagios, con 4,2 millones de casos.
A diferencia de la mayoría de las posibles vacunas hasta ahora anunciadas contra la COVID-19, la de Covaxx no es fruto de tecnología genética sino sintética, es decir fabricada en laboratorio a partir de un péptido que imita la estructura de proteínas del coronavirus, por lo que ofrece mayor seguridad.
"Por ser una vacuna sintética tiene un alto potencial de seguridad. Además, las pruebas hasta ahora realizadas han mostrado que también tiene un alto potencial de respuesta inmunológica", explicó el director médico de Dasa, Gustavo Campana.
"Estamos bastante optimistas debido a que los resultados obtenidos en la fase preclínica mostraron que esta vacuna no sólo tiene una importante respuesta inmunológica sino que también una elevada capacidad de incitar la producción de anticuerpos", agregó.
Según los portavoces de Covaxx, el péptido usado en la vacuna incita al sistema inmune a generar anticuerpos capaces de neutralizar el virus.
Los responsables por la vacuna están concluyendo la fase 1 de pruebas clínicas con 60 voluntarios en Taiwán, con la publicación de sus resultados prevista para noviembre, y pretenden realizar las fases 2 y 3 en Brasil a partir de este mismo año y con al menos 3.000 voluntarios.
"Una vez sean publicados los resultados de la primera fase someteremos el protocolo a aprobación de la Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) para poder comenzar a reclutar los voluntarios aún en 2020 e iniciar las pruebas, que se extenderán por al menos 12 meses", explicó Campana.
La Dasa, que cuenta con una gran capilaridad de laboratorios en Brasil en los que ha realizado cerca de 1,5 millones de pruebas de diagnóstico de la COVID-19, pretende reclutar voluntarios en varias ciudades del país.
Las pruebas en Brasil servirán para evaluar no sólo la seguridad de la vacuna sino también su poder inmunológico (la capacidad de inducir la producción de anticuerpos) y su eficacia (la capacidad de proteger contra el virus).
Los experimentos con la vacuna sintética en Brasil serán financiados por aportes tanto de Dasa y del grupo Mafra Hospitalar como de patrocinadores privados.
Tales aportes le darán derecho a Dasa a recibir 10 millones de dosis de la vacuna cuando esté aprobada para su distribución en redes privadas sin contar con las 15 millones de dosis que serían distribuidas por las redes públicas.
El cofundador y vicepresidente de Covaxx, Peter Diamondis, afirmó que otra de las ventajas de la nueva vacuna es que, por tratarse de un producto sintético, puede ser producida a larga escala y atender gran parte de la demanda mundial.
"La Covaxx cuenta con una plataforma en la que ya produce 5.000 millones de dosis de vacunas para animales. En esa misma plataforma se pueden producir las vacunas contra la COVID a larga escala", dijo.
El alto número de muertes y casos de COVID-19, la fuerte circulación del virus en el país y su diversidad genética han convertido a Brasil en uno de los principales centros para la experimentación de posibles vacunas contra el coronavirus.
Actualmente, en el país se hacen pruebas con las vacunas que han desarrollado la multinacional Johnson & Johnson, el Reino Unido (AstraZeneca y Universidad de Oxford), China (Sinovac Biotech) y el consorcio BioNTech (Alemania) y Wyeth/Pfizer (Estados Unidos).
Además, el gobierno regional del estado de Paraná aguarda autorización de las autoridades sanitarias para comenzar a experimentar en humanos la Sputnik V, desarrollada por Rusia.
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