Vivir la Semana Santa es mucho más que ir a ver procesiones, un sentimiento, que trasciende el dónde y el cuándo, y que en momentos como este irrumpe con más fuerza.
Pero si lo tuyo no es vivir la Semana Santa, ni dentro, ni fuera de casa, no te preocupes, el confinamiento puedes diseñarlo tal y como tú quieras vivirlo.
Si quieres saltarte todos los preceptos, adelante, estás en todo tu derecho, además, recuerda que en estos momentos, cuantas menos situaciones traumáticas, mucho mejor. Tengamos la fiesta en paz.
Claro, que si la situación de confinamiento ha sacudido tus creencias y quieres mover ficha y pasarte al otro lado, estás a tiempo. Valora pros y contras.
Si lo tienes claro (o no) apúntate todas estas alternativas a vivir una Semana Santa en casa como Dios manda.
Olvídate del ayuno
Si quieres pasar unos días festivos encerrado en casa sin morir en el intento, no escatimes con la comida, date un buen homenaje.
Nada de ponerse guapo, este año, en pijama
Salir a la calle los días de Semana Santa es algo estresante, todo el mundo saca sus mejores galas, o te pones como para una boda o desentonas.
Este año opta por tu mejor pijama, arreglado pero informal. Lo de ser rebelde mola hasta en confinamiento.
Toca currar
Si ya has perdido la noción del tiempo, lo mejor será que no abandones las rutinas saludables de las que todo el mundo habla y que se supone nos ayudarán a enfrentar mejor la situación.
Imagínate estar cuatro días descontrolado en casa, el caos a principio de semana será brutal. Lo de trabajar en fiesta es por tu bien.
Viacrucis no, tapeo sí
Recuerda que para que tu coco no se descentre demasiado, tienes que limitar tus horarios de trabajo y ocio. Estos últimos son fundamentales, las buenas costumbres no hay que perderlas.
Si la cuarentena te ha pillado solo en casa, no hay problema, con quién mejor que contigo mismo para disfrutar del tapeo. Pero si quieres improvisar el plan, siempre puedes recurrir a la tecnología. Una videollamada con amigos, mola.
