AstraZeneca ha pausado este martes el ensayo de la vacuna que desarrolla contra la COVID-19 tras la aparición de una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los participantes.
Este movimiento es "rutinario", según ha explicado la propia compañía. Es una acción rutinaria que tiene que hacerse siempre que haya una enfermedad potencialmente inexplicable en uno de los ensayos.
"Como parte de los ensayos globales controlados y aleatorizados en curso de la vacuna contra el coronavirus de Oxford, nuestro proceso de revisión estándar ha pausado la vacunación para permitir la revisión de los datos de seguridad", ha indicado la compañía en un comunicado.
Razones por las que interrumpen la vacuna Oxford Astrazeneca
AstraZeneca ha intentado calmar las aguas y ha asegurado que está "comprometida" con la "seguridad" de los participantes en el estudio, al tiempo que ha destacado los "más altos estándares de conducta" de sus ensayos.
Enfermedad inexplicable vacuna Oxford AstraZeneca
La farmacéutica ha agregado que, durante los ensayos grandes, "las enfermedades aparecerán por casualidad", pero estas condiciones "deben ser revisadas independientemente para comprobar los datos cuidadosamente".
En este contexto, AstraZeneca ha asegurado que trabaja para "acelerar la revisión" de este "evento único" con el objetivo de "minimizar cualquier impacto potencial en la línea de tiempo del ensayo".
La suspensión del ensayo ha afectado a otras pruebas de vacunas de AstraZeneca, así como a los ensayos clínicos que están realizando otros fabricantes de vacunas.
Fases de la vacuna Oxford AstraZeneca
AstraZeneca había iniciado la fase 3 de su ensayo en EE.UU. a finales de agosto; mientras que en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica, el estudio de la vacuna estaba entre las fases 2 y 3.
AstraZeneca tenía previsto tener su vacuna disponible para el primer semestre de 2021 y estaba considerada como una de las más avanzadas del mundo por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Junto a las farmacéuticas Pfizer y Moderna, AstraZeneca es una de las tres compañías que tienen estudios en la fase 3 en Estados Unidos. Además, esta es la primera vez que uno de esos ensayos para lograr la vacuna contra la COVID-19 tiene que ponerse en pausa por razones de seguridad.
Este martes, nueve importantes desarrolladores de vacunas de EE. UU. y Europa se comprometieron a mantener los estándares científicos de seguridad y eficacia para sus vacunas experimentales.
Las empresas han afirmado que “defenderán la integridad del proceso científico mientras trabajan hacia posibles presentaciones y aprobaciones regulatorias globales de las primeras vacunas COVID-19”.
Los otros signatarios son Johnson & Johnson, Merck & Co, Moderna Inc, Novavax Inc, Sanofi y BioNTech.