Las mascarillas son el icono de la crisis del coronavirus. Pero no todas son iguales, ni protegen del mismo modo.
¿Qué diferencia hay entre las mascarillas quirúrgicas y las que tienen válvula? ¿Sirve para algo la mascarilla de papel higiénico o de tela, como las de los tutoriales surgidos durante la pandemia?
Mascarillas que SÍ debes utilizar
Mascarillas quirúrgicas
La venta de las mascarillas se ha disparado un 10.000% con respecto al 2019, lo que hace que sean difíciles de encontrar en las farmacias.
Cubren la boca y la nariz y están fabricadas con polipropileno, un polímero similar a la celulosa vegetal, o de celulosa.
Básicamente es una mascarilla de papel de diferentes capas, generalmente tres. No están hechas para proteger de aerosoles, pero sí crean barrera contra las gotas de saliva que puedan desprenderse con la tos, al hablar o al estornudar.
No están diseñadas para proteger de fuera hacia dentro, sólo de dentro hacia fuera. No sirven para protegerse del ambiente, pero son útiles para evitar la diseminación del virus, es decir, que no salga.
Si la mascarilla cuenta con una parte impermeable y poco porosa, sí puede evitar que entren gotas más grandes. Si dos personas las llevan, sí que evitan la posible diseminación. De ahí que tanto personal sanitario como pacientes, las lleven.
Desde el Ministerio de Sanidad recomiendan que, tanto el personal sanitario como el paciente, usen mascarillas quirúrgicas. Esto sí, siempre que no haya aparatos de respiración o nebulizadores activados.
Mascarillas filtrantes
Se conocen como FFP (filtering face piece) y contienen un filtro de micropartículas que impide la circulación del virus de fuera hacia dentro. Su finalidad es proteger a quien la lleva puesta. Existen tres tipos, según la eficacia de su filtro:
Las FFP1, que filtran el 78% del aire, las FFP2, el 92% y las FFP3, las más eficaces, el 98%. Algunas con válvula de exhalación, para reducir la humedad en el interior de la mascarilla.
Las mascarillas FFP2 y FFP3 sí impiden la entrada del coronavirus; pero escasean incluso en los centros sanitarios, y hay desabastecimiento. Para no colapsar el sistema, debe usarlas solo el personal sanitario y de mayor riesgo.
Las que NO debes utilizar
Mascarillas caseras
Las mascarillas caseras de papel higiénico, tela u otros tejidos no están médicamente comprobadas, ni autorizadas. No dejan de ser actos de muy buena voluntad, pero no ofrecen garantías, sólo constituyen una barrera protectora para determinadas gotas.
Tienen poca acción protectora, la que ofrecería un pañuelo de papel o de tela.
Mascarillas contra gases y vapores
Tienen la misma capacidad que una mascarilla quirúrgica. Están pensadas para sustancias tóxicas como la pintura y los aerosoles. Lamentablemente no frenan la inhalación ni exhalación de microorganismos como el coronavirus.
Para esto solo sirven las FFP2 y las FFP3.