El cierre de establecimientos textiles debido a la pandemia del coronavirus ha mermado la moda. La mano de obra en el sector representa un 4% de empleo en España frente al 2,8& de aportación al PIB.
Las pérdidas son cada vez mayores. No sólo en cuanto a stock, si no los precios de los alquileres de los locales también son esenciales en el momento de calcular los costes.
No todas las tiendas podrán asumir todo el gasto, además de que la venta online apenas llega al 10% del total.
Malos tiempos para la moda en tiempos de pandemia
Los gigantes del mundo de la moda todavía mantienen la esperanza, ya que los establecimientos en otros países donde el coronavirus ha tenido menor impacto, han empezado a reabrir esta semana.
El comercio online ha sufrido una subida en estos últimos días de confinamiento debido a los descuentos de hasta el 50% que las marcas han aplicado sobre sus prendas.
En las primeras semanas de confinamiento, apenas se compraba por Internet por miedo al contagio.
Aunque las tiendas físicas puedan abrirse a partir de mediados de mayo, nadie duda acerca del cambio que van a experimentar la moda y el consumo. No solo por las pérdidas en el sector, sino porque la forma de comprar también va a ser distinta.
Falta de interés en la moda y el consumismo durante la pandemia
Durante la pandemia, muchos han comprobado que no necesitan tener mucha ropa y que se compran prendas que ni siquiera se necesitan.
Todo apunta a que se racionalizará el consumo y a la adquisición de productos más duraderos y no "de usar y tirar". Posiblemente, a partir de ahora, se le aporte más valor a la ropa atemporal, que dure muchos años, y se evitará la ‘fast fashion’ o moda rápida.
La sostenibilidad y el comercio online serán los mayores beneficiarios de toda la pandemia. Por un lado, la población es consciente de lo contaminante que es la industria de la moda y que es más sencillo invertir en productos de calidad.
Por otro lado, se prevé que las ventas por Internet supongan un 40% del total de aquí a 10 años.