Bañarse en la playa no debería ser un foco de contagio del coronavirus por el efecto de dilución que tiene el mar, y los porcentajes de probabilidad deberían ser «casi anecdóticos»
Una situación diferente sería que la persona que está en la playa salude a otra dándole la mano, o se tumbe en la misma toalla que haya usado otro, y achaque el contagio a que se ha bañado.
¿Nos podremos bañar en la playa este verano?
No existe una respuesta clara para esta pregunta.
La lógica apunta a que no nos podemos contagiar en el mar debido al efecto de dilución, además del hecho de que, si las personas se bañan, será manteniendo la distancia de seguridad entre ellas. Este conjunto de factores hace que sea improbable el contagio.
Debido a los muchos factores que hay y, si esto persiste, lo más sencillo para las autoridades sanitarias será decir que no se bañe nadie.
Dosis infectiva
De todas formas, debe tenerse en cuenta lo que se llama «dosis infectiva». Significa que una persona está en la fase final o muy al principio de la enfermedad y, si se baña en el mar, se diluye y es como si no hubiera nada.
Los estudios más especializados señalan que hay ensayos con este virus y con otros, sobre todo en superficies donde es más fácil el recuento ‘in vitro’, como aluminio, madera, cartón o plástico.
Respecto a que si presencia de cloro en las piscinas mata al virus, han indicado que «parece ser que afecta», aunque también ha explicado que una dosis excesiva en el agua puede llevar a otro tipo de problemas oculares o dermatológicos.