El coronavirus afecta al tracto respiratorio, pero el COVID-19 centra toda su acción en nuestros pulmones.
Según la OMS, el tabaco provoca que los fumadores tengan más riesgo y tiendan a desarrollar síntomas más graves de COVID-19 en caso de contraerlo.
Según una investigación China desarrollada en 55.924 casos confirmados de coronavirus, muestra que la mortalidad es más alta en pacientes con enfermedades previas como la diabetes, la hipertensión, enfermedad respiratoria crónica o cáncer.
El tabaco contribuye a la aparición de la EPOC, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Esta enfermedad lo que provoca es la rotura de los alvéolos pulmonares, impidiendo la correcta absorción de oxígeno y expulsión de dióxido de carbono, además de tos con dolor y mucha dificultad para respirar.
Aunque el coronavirus se haya presentado más en pacientes con patologías previas, los médicos aseguran que las personas fumadoras se encuentra en un nivel de riesgo igual o superior.
Personas asmáticas
Lo mismo ocurre con las personas asmáticas. Ser asmático no aumenta las probabilidades de contagio de coronavirus, pero sí provoca consecuencias muy graves si se contrae.
Las dificultades respiratorias aumentan en las personas que ya las padecen.
Vapeadores
El tabaco causa inflamación y suprime la respuesta inmune. Lo mismo ocurre si vapeas en general o capeas con THC.
Ambas dificultan la capacidad de los pulmones para lidiar con la infección que provoca el COVID-19 o cualquier enfermedad.