El coronavirus es una familia amplia que engloba muchos virus, de los cuales sólo siete infectan a las personas. Uno de ellos es el COVID-19, descubierto recientemente en la región china de Wuhan.
Las personas contagiadas por el COVID-19 experimentan diversos síntomas.
- Dificultad para respirar
- Fiebre
- Tos
- Dolor muscular
En algunos pacientes, incluso se han dado casos de diarrea o náuseas.
Cómo comienza el coronavirus
El coronavirus comienza con fiebre, seguidamente de tos seca y, tras una semana se presenta la dificultad para respirar. Todo este proceso tiene lugar en un período de 14 días de incubación desde el momento del contagio.
Durante todo este tiempo, el COVID-19 puede causar neumonía, es decir, los pulmones se inflaman y los alveolos se llenan de agua. Además puede causar una dificultad respiratoria aguda que impida que el oxígeno llegue correctamente a los órganos del cuerpo y así mantener vivo el cuerpo.
Estos síntomas actúan de forma diferente según el paciente. La gravedad puede pasar de ser muy leve a extrema, en función de las enfermedades o patologías previas del infectado.
La gran mayoría de muertes se han dado en pacientes con edades que superan los 65 años y con diferentes patologías relacionadas con la diabetes o enfermedades respiratorias.
La OMS afirma que la tasa de mortalidad es de un 3,4%.