Hasta hace unos meses, la crisis sanitaria del coronavirus se veía lejana, ya que discurría en otro continente. Antes de que nos diésemos cuenta, nos ha aislado durante más de 50 días y promete seguir haciéndolo con los riesgos psicológicos de la cuarentena.
Este aislamiento ha provocado que rompamos nuestras rutinas de forma brusca e inesperada, y no de forma gradual. Nos ha demostrado que somos más vulnerables de lo que creíamos.
Riesgo psicológico de la cuarentena: Sensación de impotencia y falta de control
La defensa más eficaz es quedarse en casa, provocando así que no podamos proteger como nos gustaría a las personas que queremos. Esto ocasiona un riesgo psicológico de la cuarentena, como la sensación de impotencia. Porque hace que muchas cosas, se escapen de nuestro control.
Para afrontar la situación de impotencia, lo mejor es enfocar la atención en lo que sí podamos hacer. Podemos luchar quedándonos en casa. Podemos ayudar a las personas cercanas que lo necesiten. Podemos brindar apoyo emocional desde la distancia.
Riesgo psicológico de la cuarentena: Miedo y vulnerabilidad
Una pandemia de semejante magnitud, conlleva un riesgo psicológico de miedo a enfermar, a la muerte, a perder a nuestros seres queridos, etc. Todo lo que hay a nuestro alrededor era sólido, hasta que, de repente, observamos que puede derrumbarse en un abrir y cerrar de ojos.
La mejor manera de afrontar estas emociones es reconociendo que somos vulnerables. La vulnerabilidad muestra nuestros límites y no es algo negativo. Las personas que lo reconocen se protegen mejor y evitan las situaciones de riesgo.
Riesgo psicológico de la cuarentena: Aislamiento social
Atrapados en nuestros hogares y lejos de muchas de las personas que queremos, el aislamiento social se ha convertido en uno de los principales riesgos psicológicos de la cuarentena.
Del aislamiento social a la sensación de abandono y la soledad no hay más que un paso. Y otro hacia la apatía, el desánimo y la depresión.
Para afrontarlo, lo mejor es abrazar esa soledad. Necesitamos recordar que, tarde o temprano, todo esto pasará. Recordemos que estamos aislados, pero no estamos solos. Convertir esa soledad en una oportunidad para reflexionar.
Riesgo psicológico de la cuarentena: Sobrecarga informativa
Todos los días sufrimos una sobrecarga de nuevas y malas noticias. A medida que la jornada avanza, hay mucha más información y las cifras llegan a marearnos. En esta situación, es fácil obsesionarse y terminar con este riesgo psicológico de cuarentena.
Ese exceso de información, puede hacer que perdamos la perspectiva y exageremos haciendo que caigamos en una situación de pánico absoluta. No se separa lo real de lo falso y, lo incierto, provoca un enorme desgaste emocional.
La dosificación de noticias es una buena forma de afrontar esta sobreinformación o 'infoxicación'. Necesitamos estar informados, pero debemos asegurarnos de que la búsqueda de noticias no se convierta en una obsesión.
Riesgo psicológico de la cuarentena: Incertidumbre por el futuro
Hay muchas cosas que no sabemos. Desconocemos todavía el COVID-19 en muchos aspectos y no sabemos si vamos a enfermar o, una vez pasada la enfermedad, podemos volver a contagiarnos. Esta incertidumbre es considerada como un riesgo psicológico de la cuarentena.
La angustia y la ansiedad se manifiestan ante la incertidumbre. Esa preocupación puede transmutar rápidamente en una depresión que nos haga tirar la toalla antes de tiempo.
La mejor forma de afrontar esta situación es aprender a convivir con esos sentimientos, hasta que podamos salir y retomar el control. Necesitamos centrarnos en lo que podemos hacer aquí y ahora.