Expertos del Colegio Oficial de Dentistas de Castellón (CODECS) han incidido en la necesidad de lavarse las manos antes de manipular el cepillo, enjuagarlo y secarlo correctamente tras cada uso.
Guardarlo y evitar el contacto con los de otros integrantes de la unidad familiar para evitar contaminación cruzada de COVID-19.
Otras de sus pautas son no compartir cepillo dental, colocarlos en posición vertical y en vasos separados para cada integrante de la unidad familiar, evitar la capucha protectora del cepillo salvo que tenga perforaciones, lavarse bien las manos antes de tocar el cepillo, higienizar las superficies del cuarto de baño y mantener el cepillo lo más alejado posible del inodoro.
En primer lugar, instan a lavarse muy bien las manos con agua y jabón antes de tocar el cepillo, ya que "los virus pasan de la mano a la mucosa oral".
También hay que proceder al cepillado de dientes habitual con pasta fluorada durante 2 minutos, al menos, 2 veces al día. "Por la noche, además, tenemos que asociar la higiene interdental, bien con hilo de seda o con cepillos interproximales", añaden.
Estos dentistas aconsejan enjuagar bien el cepillo después de cada uso al objeto de eliminar restos de pasta y alimenticios, porque el cepillo "puede ser una fuente de bacterias, virus y hongos".
Mientras dure la epidemia, se recomienda desinfectar el cabezal del cepillo con povidona iodada al 0,2 por ciento, agua oxigenada diluida al 1 por ciento o cloruro de cetilpiridinio al 0,05-0,1 por ciento, durante 1 minuto.
Igualmente, consideran que los cepillos deben almacenarse con el cabezal hacia arriba, alejados del sanitario (al menos, 1 metro) para evitar su posible contaminación. "El SARS-CoV-2 también está presente en orina y heces.
Lo ideal es no tener el cepillo a la vista sino guardado", detallan. En este sentido, añaden que los cepillos "no deben guardarse amontonados por el riesgo de contaminación cruzada de uno al otro al tocarse".