La pandemia de coronavirus agrava las consecuencias de las diferentes crisis humanitarias del planeta y dificulta la asistencia humanitaria, una labor que se ha vuelto aún más peligrosa por los estragos causados por la COVID-19.
Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, que se celebra este miércoles, distintas organizaciones no gubernamentales han destacado cómo la asistencia humanitaria ha sido fundamental para atender a la población más vulnerable y empobrecida, a pesar de las dificultades que han tenido que afrontar los profesionales por la pandemia.
El coronavirus multiplica la necesidad de ayuda humanitaria
La Organización de las Naciones Unidas (ONU), que calcula que este año 168 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria y que el coronavirus multiplicará su sufrimiento y necesidades, promueve la campaña "Héroes en la vida real" con motivo de la conmemoración para reconocer la tarea de estos trabajadores que lidian con el riesgo y la dificultad.
"La COVID-19 no sólo ha exacerbado los efectos de las crisis humanitarias ya existentes, haciendo aún más complicada y peligrosa la tarea de los trabajadores en el terreno, sino que ha generado otros nuevos que resultan especialmente demoledores para los niños", ha explicado Aldeas Infantiles SOS en un comunicado.
Cruz Roja ha resaltado que la pandemia está suponiendo un "enorme desafío sanitario y humanitario a nivel global": "No es sólo una crisis de salud pública, sino una crisis humanitaria que impacta en la vida, la salud y los medios de vida de comunidades a lo largo de todo el mundo" y no de la misma manera a todos.
La pandemia coincide con otros desastres naturales
La COVID-19 coincide en ciertos territorios con otras amenazas como desastres naturales y conflictos, además de que cuatro de cada diez hogares y cinco de cada diez escuelas del mundo no tienen acceso a agua potable ni jabón, según Cruz Roja, siendo la higiene de manos un elemento fundamental para prevenir el contagio.
La organización ha alertado de que la pandemia está empeorando los niveles de pobreza, inseguridad alimentaria y la pérdida de ingresos de las comunidades más vulnerables.
Cruz Roja y la Media Luna Roja están en primera línea contra la enfermedad prestando atención clínica, atención de centros de cuarentena y servicios sociales que entregan medicamentos y alimentación a las personas más vulnerables.
Para millones de personas, la asistencia humanitaria es "una garantía de vida", una actividad fundamental para paliar las dramáticas consecuencias que crisis climáticas, sanitarias, migratorias o las provocadas por la guerra y los conflictos, ha subrayado Manos Unidas.
En "un año sin precedentes", esta ONG tuvo que adaptar su modo de trabajar a las circunstancias de la pandemia.
"Nos hemos visto abocados a valorar y aprobar a contrarreloj más de un centenar de iniciativas de emergencia con las que hemos podido dar apoyo a miles de personas, pertenecientes a los colectivos de población más vulnerables y empobrecidos que, de la noche a la mañana, se vieron encerrados en sus casas, sin posibilidad de salir a ganarse el sustento diario", ha afirmado Manos Unidas.
"Son tantas las crisis olvidadas o desconocidas que condicionan hasta el extremo las vidas de millones de personas, que es imposible sustraerse a tanto dolor. (...) La asistencia humanitaria es vital para estas personas y, en multitud de ocasiones, si no fuera por estas ayudas, estaríamos hablando de crisis mucho mayores", ha añadido.
Reconocimiento a profesionales de la ayuda humanitaria
La organización ha calificado de "superhéroes" a los profesionales de la ayuda humanitaria: "Ellos son los que siempre están al lado de quienes sufren las consecuencias de un mundo injusto, los que, si es necesario, se dejan la vida para socorrer a las personas vulnerables, los que median en los conflictos y protegen a los más débiles y desamparados".
Desde Acción contra el Hambre, que lucha contra el virus en 50 países, se ha rememorado lo más duro de los primeros meses de la pandemia, el miedo al contagio, que tuvieron que vencer para seguir ayudando.
El miedo a contagiar a los suyos, los problemas para llegar a las comunidades en contextos de restricción de movimientos o las dificultades de aprovisionamiento de material de protección en los primeros meses fueron los mayores retos.
Por eso, esta ONG quiere que se valore la labor realizada por el personal humanitario sobre el terreno y apelar a su consideración como personal esencial, al mismo nivel que los sanitarios, para poder seguir llegando a quienes lo necesitan.