Estrategia Suecia contra el COVID-19: sin mascarilla obligatoria, ni cuarentena han frenado el coronavirus
Con la cifra más baja de contagios, desde que comenzara la pandemia, este país vuelve a ser ejemplo en Europa.
Los 108 contagios de COVID-19 confirmados el pasado martes quedan muy lejos de las cifras en España. Sólo el 1,2% de las pruebas realizadas esta semana dieron positivo en coronavirus.
Con paso firme, Suecia se acerca, cada vez más, a la nueva normalidad, mientras mira de reojo a países que no paran de incrementar el número de contagiados y fallecidos por el COVID-19.
Según los datos facilitados por el epidemiólogo jefe de Suecia, Anders Tegnell, solo cuentan con 13 pacientes en cuidados intensivos y con una cifra menor de contagios que Noruega y Dinamarca.
Todo ello es el resultado de una estrategia contra el COVID-19 que no bloquea la sociedad si no que apuesta por una estrategia más sostenible sin obligaciones tan restrictivas.
Los colegios y universidades en Suecia se cerraron para lo alumnos mayores de 16 años, mientras que los más pequeños continuaron yendo a clase de forma continua. A día de hoy, escuelas y universidades están abiertas.
Mientras las reuniones de más de 50 personas se prohibieron y los únicos a los que se les pidió que se autoaislaran fue a los mayores de 70 años.
Para el resto de ciudadanos no hubo prohibiciones, si no recomendaciones, respetar el distanciamiento social sin mascarilla obligatoria.
Una estrategia que lejos de prohibir, incide en la necesidad de seguir las recomendaciones y directrices establecidas para frenar el avance del COVID-19.
A ello hay que sumarle la respuesta seria de la población sueca, como resultado, la cifra más baja de contagios de Europa.