Tras más de 50 días de confinamiento debido a la crisis sanitaria del coronavirus, la desescalada España llegó en forma de paseo diario para los más pequeños. Una franja horaria para poder pisar la calle, tomar aire fresco y jugar respetando una serie de medidas de protección.
Para muchos padres, esta situación supuso un alivio. Pero para otros padres, las salidas con los más pequeños se han convertido en un completo desafío.
Después de tanto tiempo en casa, los niños consideran su hogar como un lugar seguro, por lo que es normal que muchos sientan miedo a la hora de salir a jugar o pasear.
Además, no sólo los pequeños son los afectados por este síndrome, adolescentes y adultos se suman a un síndrome cada vez más común.
Síndrome de la cabaña en la fase 1 desescalada España
Durante la fase 1 desescalada España, puede manifestarse este síndrome en los más pequeños.
El Síndrome de la Cabaña se basa en el miedo y consiste en evitar el exterior después de un largo período de aislamiento. Ansiedad, pánico, taquicardias, nervios o miedo anticipativo son algunos de los síntomas que pueden presentarse a la hora de salir.
Cómo deben superar el miedo los niños a la desescalada España
Podemos decir que las fases de la desescalada España están dando lugar a un desconfinamiento basado en el miedo.
En el caso de los niños, los adultos han pasado meses diciéndoles que hay un bicho fuera y que no se puede salir. Eso ha conseguido concienciarlos hasta tal punto, que es normal que ahora tengan miedo porque lo ven como un peligro.
Durante este período de confinamiento, los niños han podido pasar más tiempo con sus padres, algo que ellos agradecen y que es muy positivo para su educación.
Como en el caso de los adultos, para superar este miedo a salir de casa, hay que ir poco a poco. Los padres deben ser la imagen de la seguridad, un apoyo para sus hijos a la hora de salir de casa.
Es decir, no les va a pasar nada porque sus padres están a su lado y van a protegerles del bicho.
Miedo de los adolescentes en fase 1 desescalada España
En cuanto a los adolescentes, el Síndrome de la Cabaña varía un poco. Han desarrollado una nueva forma de vida estando en casa, se sienten más cómodos. Como todavía no pueden verse con amigos como lo hacían antes, no sienten la necesidad imperiosa de salir.
Es uno de los grupos sociales que se adapta más rápido a las nuevas realidades. La mayoría están muy conectados y usan la tecnología como medio principal de comunicación. Es como si salir ahora, les diera un poco de pereza.
Romper este hábito en esa franja de edad tan rebelde, es cuestión de fuerza de voluntad. Podría decirse que es una situación similar a la que viven cuando regresan de las vacaciones y les da pereza regresar a la rutina, lo cual genera bastante estrés.
Ni todos los niños ni todos los adolescentes tienen por qué desarrollar este síndrome. Por lo general, suelen adaptarse a la nueva rutina en una semana, pero sí que las personas con patologías serias como agorafobia o ansiedad generalizada, tienen más probabilidades de padecerlo.