Los historiadores Manuel Lucena y Pablo Martín-Aceña han analizado las consecuencias que pueden traer en el futuro la pandemia de coronavirus, entre ellas para el urbanismo, y se han mostrado a favor de "repensar el modelo" de grandes urbes.
Así, el catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Alcalá, Martín-Aceña, ha recordado que en anteriores pandemias hubo una tendencia de huida de las ciudades. "Es algo lógico que hemos visto también en la Historia", ha señalado.
Huída de las ciudades a lo largo de la historia
"En las urbes se transmitía más rápido la enfermedad y hay imágenes de caravanas de carromatos abandonando Londres, pero luego volvieron, porque es un movimiento de ida y vuelta". Al respecto, Lucena, Investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC), también ha señalado cómo la Historia "muestra que esto se ha vivido antes".
"Sin embargo, la aceleración tecnológica global que venimos experimentando desde la caída del Muro de Berlín nos ha hecho vivir todo de una forma más inmediata. Sí podemos decir que estamos asistiendo a la primera pandemia retransmitida en directo a todo el mundo", ha añadido.
Confinamiento para evitar las pandemias mundiales
Martín-Aceña ha señalado que las medidas tomadas para frenar el Covid-19 han sido las mismas que las adoptadas en las pandemias de 1348 o 1665: limitar la movilidad de las personas y confinarse. "Es difícil hacer conjeturas sobre cuánto durará este paréntesis en el progreso del mundo, pero las anteriores pandemias duraron una media de tres años", ha indicado.
"Pandemias las ha habido desde que el mundo es mundo. De todas ellas se ha salido, como de todas las crisis económicas por muy duras que sean, también se sale, pero esas salidas son dolorosas", ha afirmado. Y ha recordado cómo en 1918, la mal llamada gripe española dejó 300.000 españoles fallecidos y 50 millones en todo el mundo. "Aquella gripe fue terrible, pero no marcó el devenir de la humanidad", ha destacado.
"No quiero ser pesimista pero no será ésta la última crisis sanitaria", ha advertido también. Sobre los cambios que nos traerá la nueva normalidad, Martín-Aceña ha dejado claro que "no se va a estar dispuestos a dejar de viajar, ni los estudiantes a hacer sus Erasmus".
"La globalización no va a retroceder, igual sí temporalmente por los cierres de fronteras, pero no cuando todo esto acabe", ha indicado, para luego mostrar optimismo respecto al futuro "por la fuerza de las sociedades para seguir adelante".
Las "convicciones" de las sociedades
Por su parte, Fernando R. Lafuente, investigador del Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset, ha destacado que "este tipo de catástrofes afectan en sus convicciones profundas a todas las sociedades". Tras asegurar que "la Historia no tiene guión" y que "el concepto de progreso está en revisión", también ha reflexionado sobre la pérdida de interés en las ciudades.
"La gente se ha dado cuenta de que en las pequeñas poblaciones no solo aumenta la calidad de vida, sino que pueden seguir desarrollando su trabajo con la ayuda de la tecnología y seguir activos a todos los niveles, ahorrándose las grandes tensiones y agobios que supone una gran ciudad. Y eso que nuestras grandes ciudades son pequeñas comparadas con Pekín o Sao Paulo", ha concluido.