Aplanar la demanda del transporte público y privado en horas punta es uno de los retos de la DGT ante la nueva normalidad.
Las grandes ciudades españolas, si no quieren volver a un escenario de congestión, ruido y contaminación, deben tomar las medidas adecuadas cuando, a partir del 21 de junio se vuelva a permitir la libre circulación por el territorio nacional.
Este desafío que tienen es compartido por la Dirección General de Tráfico, que ha puesto en el centro del debate la oportunidad que tienen empresas, administraciones y ciudadanos para organizarse e implementar medidas que ayuden a rebajar la hora punta en los transportes.
Nueva normalidad DGT: Hora punta y aglomeraciones
"Si algo positivo se puede extraer de la pandemia del coronavirus, es que las ciudades pueden ser más humanas, más sostenibles y más limpias y que una vuelta a la congestión, al tráfico y a la contaminación sólo nos puede suponer, más enfermedades y más muertes", considera Pere Navarro.
Pese a que todavía no se han alcanzado los desplazamientos que se estaban produciendo antes de la pandemia, la intensidad circulatoria de accesos a ciudades y los movimientos urbanos se han ido incrementando de forma progresiva a medida que se ha ido avanzando en el plan de desescalada.
Así, durante la fase más aguda del confinamiento, los accesos a las grandes urbes registraron un descenso de un 78% y los movimientos urbanos en las principales ciudades una bajada de hasta un 80%.
Actualmente, aunque los niveles de tráfico siguen estando por debajo de lo que solía ser habitual antes de la pandemia, se muestra un aumento progresivo del tráfico, con reducciones de únicamente entre el 20% y el 30%.
Antes de la nueva normalidad y de la pandemia
Tal y como recuerda la DGT, antes de la aparición del coronavirus, la radiografía de las grandes ciudades era de "vías de acceso repletas de coches y transporte público a su máxima ocupación en horas punta", esto es, de 7.30 a 9.00 horas.
Así, la hora de mayor demanda en los servicios de Cercanías en Madrid es entre las 7.30 y las 8.30 horas de la mañana y las 18.00 y las 19.00 horas de la tarde. Metro de Madrid, por su parte, entre las 7.00 y las 9.00 horas de la mañana y las 18.00 y 19.00 horas de la tarde.
En lo que respecta al transporte privado, desde las 7.30 hasta las 9.30 de la mañana, las carreteras de acceso a Madrid se encuentran con problemas para absorber tanto vehículo con tan poca ocupación en cada uno de ellos, situación que se repite por la tarde de 17.30 a 19.30 horas.
"Si consiguiéramos que en cada vehículo fueran dos personas, reduciríamos a la mitad el número de vehículos en los accesos y bajaría de forma importante la congestión y la contaminación", advierte Pere Navarro.
Esta situación de los desplazamientos, según Tráfico, está "íntimamente ligada a los horarios de entrada y salida de los trabajos que, en su mayoría, son rígidos", así como a "la primacía del trabajo presencial frente al teletrabajo".
Antes de la pandemia, solo el 5% de las empresas tenía instaurado el teletrabajo un día a la semana para sus trabajadores, pero durante el periodo COVID-19 ese porcentaje ha llegado al 88%.
Escenario nueva normalidad, según DGT
Durante los tres meses de restricciones a la movilidad, los ciudadanos han descubierto otras ciudades hasta ahora desconocidas, donde se ha recuperado espacio para el peatón y para otros modos de desplazamiento más limpios.
Esto ha provocado que muchas ciudades en todo el mundo estén impulsando el uso de otros medios de transporte más sostenibles, implementando carriles bici, ampliando el servicio público de bicicleta, taxi compartido o aceras más amplias; medidas con vistas a permanecer, según relata la DGT.
Además, recuerda que la pandemia ha impulsado el teletrabajo en muchas empresas, tanto del sector público como del privado, una modalidad de trabajo que mostraba ciertas reticencias a ser establecida pero que la crisis sanitaria ha demostrado que puede consolidarse .
Y otras empresas, para asegurar que se cumplen los requisitos de distancia social sanitaria en las distintas fases de la desescalada, han flexibilizado la jornada laboral de sus empleados, para que acudan al trabajo evitando las horas punta.
"Para ello, administraciones, empresas y ciudadanos tenemos que hacer un trabajo conjunto y éste puede empezar por algo tan simple como es aplanar la demanda del transporte público y privado en horas punta", ha instado.