La COVID-19 ha creado una tormenta perfecta para los ataques al corazón, y la World Heart Federation (WHF) advierte sobre ello en el World Heart Day.
Son tres los principales factores que contribuyen a ello. En primer lugar, la gente que padece COVID-19 y enfermedad cardiaca están entre los de más riesgo de fallecimiento y complicaciones severas.
En segundo lugar, el corazón puede verse afectado de forma adversa por el virus aún cuando la persona no presente condiciones previas existentes.
Finalmente, el temor al virus ha llevado a una reducción acusada en las visitas de hospital en pacientes cardíacos en lo que respecta a las rutinas y cuidados de emergencia.
El objetivo de la WHF es unir a la comunidad de salud mundial para ganar a la enfermedad cardiovascular (CVD), que mata cada año a 17,9 millones de personas. La WHF solicita a todos a "usar el corazón" para tomar mejor decisiones de cara a la sociedad, nuestros seres queridos y nosotros mismos.
El profesor Karen Sliwa, director general de la WHF, explicó: "En estos momentos de pruebas, es indispensable poner atención en los que están con un riesgo mayor de complicaciones de la COVID-19 y conocer mejor cómo el virus está afectando a los corazones de otras personas que de otro modo son sanas.
La COVID-19 ha creado la tormenta perfecta, una en la que las personas que padecen CDV tienen un peaje negativo, además de las que están en riesgo no pueden ir a buscar el tratamiento que necesitan para mantener sanos sus corazones.
El corazón y todo el sistema vascular están en peligro y hay que actuar ahora. En estos momentos tenemos una oportunidad única para unirnos, movilizar nuestras habilidades y usar el corazón para actuar".
La CVD presenta numerosas causas: desde ser fumador hasta padecer diabetes, presión arterial elevada, obesidad y contaminación del aire. Para luchar contra todas ellas, la WHF insta no solo a un cambio de conducta individual, sino también a uno de sociedad.
Con la equidad al frente del trabajo de la WHF, es vital tener acceso al cuidado de la salud, alimentos saludables y una forma de vida saludable y accesible y de coste contenido para todas las personas.
La regulación de los productos no saludables, al tiempo que se crea un entorno saludable, son ejemplos de estas soluciones para los gobiernos y comunidades. Teniendo en cuenta la actual situación, la WHF insta además al reconocimiento y protección urgente de los proveedores de cuidado de la salud de primera línea.