Ventilación aulas COVID mediante protocolos basados en tiempos de apertura de ventanas es una opción recurrente pero no suficiente para minimizar riesgo de contagio, deben hacerse mediciones de CO2.
Lo concluye el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (Cogiti) y el Consejo General de Colegios Médicos de España (Cgcom), que están trabajando en la elaboración de un documento o guía sobre este asunto, con la realización de mediciones en centros escolares.
Los datos analizados hasta el momento confirman "la falta de garantía que supone la ventilación natural sin una referencia objetiva sobre la calidad del aire en los mismos", han apuntado en una nota.
Así, el Comité de Expertos en Ventilación del Cogiti ha destacado la necesidad de contar con medidores de CO2 que indique el tiempo de ventilación natural necesario para mantener una calidad de aire interior apropiada para minimizar la transmisión de la COVID-19 por aerosoles.
Y todo ello porque la infección por vía aérea mediante aerosoles se ha confirmado como el principal modo de contagio del SARS-CoV-2 entre personas ocupantes de espacios interiores.
En todas las aulas analizadas, la concentración de CO2 superó 800 ppm antes de los 15 minutos desde el cierre de ventanas y, excepto en dos de las aulas analizadas, 5 minutos de apertura de ventanas en el minuto 20 no consiguieron rebajar el nivel de CO2 por debajo de 800 ppm.
El nivel de CO2 fijado como alarma es 775 ppm.
Ante cualquier duda sobre el funcionamiento de los sistemas de ventilación disponibles y siempre que solamente sea posible la opción de ventilación natural, el Cogiti ha recomendado a los responsables de los centros que recurran a expertos en la materia.
Y han alertado de la aparición en el mercado no profesional (sobre todo internet) de multitud de ofertas de venta e instalación de estos equipos y otros sistemas "purificadores de aire", que en muchos casos no resultan adecuados para el fin perseguido.