Tanto tiempo encerrado en casa ha sido más que suficiente para recordar que alguna vez fuimos niños, además hablar de estos temas con los más peques de la casa une mucho.
Los juguetes que hoy han tomado tu casa por completo, y no han dejado rincón alguno sin conquistar, molan mucho, sí, pero los de los años 80 más si cabe, la de imaginación que había que echarle a todos ellos.
Si quieres rememorar esos momentos tan entrañables de tu infancia, deberás conformarte echando mano de la memoria o visualizando alguna que otra fotografía, muchos de estos juguetes con los que jugaste en los 80, hoy son difíciles de encontrar en el mercado.
Claro, que si lo piensas bien, sumar a los juguetes de tus peques, los tuyos, puede ser demasiado para tu hogar.
Para que los peques de la casa sean conscientes de que tú también lo fuiste, ahí van algunos de los juguetes que lo acreditan:
Pacman
Si desde pequeño los videojuegos estuvieron muy presentes en tus horas de juego, este lo tienes que conocer de sobra...¿cuántas horas le dedicaste?
En nuestro país se conocía popularmente como "Comecocos", para muchos, el primer contacto con el mundo virtual.
Cinexin
Este juguete se lanzó al mercado en 1971 y volvió loca a toda una generación durante años, eso de darle a la manivela para montar una sesión de cine en casa era todo un acontecimiento.
Lo de ir al cine no era muy habitual, y el aluvión de dibujos animados al que hoy nos enfrentamos tampoco era una realidad, de ahí la emoción de conseguir un Cinexin...además, podías jugar sin ayuda de tus padres.
Era todo un planazo!!
Mazinger Z
Este robot gigante era lo más en los 80, si tuviste uno de pequeño recordarás la famosa frase de "¡Puños fuera!" ¿cuántas veces la gritarías?
Uno de ellos en manos de los más pequeños ahora sería toda una revolución.
Chabel
La competencia española de Barbie en los 80 fue todo un éxito en su momento, una versión más aniñada y dulce que dejó de venderse en el año 92.
Tu de qué fuiste ¿de Barbie o de Chabel?
Scalextric
Este aún se comercializa, sí, pero la versión actual nada tiene que ver con la de sus comienzos. Disfrutar de la emoción y la adrenalina en el salón de casa era uno de los momentos más importantes del día.
Claro que hacerlo, tal y como se hacía en aquellos años sumaba el doble, lo de ayer nada tenía que ver con lo de hoy.
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